El proyecto contemplaba la creación de un club social para los cazadores en un paraje de interés paisajístico característico del paisaje castellano donde se llevarían a cabo competiciones relacionadas con el deporte de la caza en distintas modalidades.
El edificio, ubicado en la parte más alta, se resuelve con un volumen de una planta y una gran terraza para poder contemplar y seguir las competiciones. En la planta baja se organizan los salones con una disposición que permite su adecuación a todo tipo de eventos según el número de personas que asistan. La chimenea y barbacoa tienen un protagonismo especial en su disposición en planta y en la imagen del volumen exterior.
En la terraza se proponía una estructura de cubrimiento a base de una malla metálica ondulada que permitiría tamizar los rayos del sol y la luz natural y singularizaría la imagen de edificio del club de los cazadores.