La parcela en la que se ubican las piscinas de la localidad de La Parrilla está situada en la periferia del pueblo y al borde de un gran pinar. La existencia de un pino de gran porte y edad determinó la situación del edificio de los vestuarios, de tal manera que la zona de la entrada, que articula las dos partes del edificio, se sitúa en torno al pino, cuyo tronco pasa a través de la losa de hormigón del techo. La zona de entrada separa el vestuario de hombres del de mujeres y en el extremo de uno de ellos se sitúa el bar. Los elementos estructurales de hormigón quedan intencionadamente diferenciados de los cerramientos encalados, que muestran distintos planos a través de diferentes grados de iluminación. Cubiertas, estructura portante y cerramientos, así diferenciados, facilitan la lectura de los distintos elementos de los edificios de los vestuarios. Los materiales utilizados se han elegido con un criterio de mínimo mantenimiento posterior: paramentos exteriores encalados, estructura de hormigón visto, cristal, etc. En este caso, la vegetación del pinar se ha aprovechado para crear las zonas de sombra. Un seto rodea la parcela, cerrándola a modo de muro vegetal y separando el interior de la piscina de las calles perimetrales.